May 19, 2025

Últimos en el índice de gestión de Proyectos

  • Nov 01, 2018
  • 247

 

Últimos en el índice de gestión de Proyectos

 

Por Diego Calero

 

La inestabilidad administrativa en la institución, mucho más tempano que tarde, pasa su inexorable cuenta de cobro.

 

La enseñanza la tenemos aquí cerquita con la Empresa Social del Estado, Luis Ablanque de la Plata, que entre los años 2016 al 2017 tuvo cuatro gerentes, lo que hizo fracasar cualquier intento coherente de administración. Hoy estamos ante una entidad inviable, por eso se acude al amparo que otorga la Ley de Insolvencia, como medida desesperada para evitar la intervención. Proceso que le toca es al próximo mandatario estructurar, porque en este mandado no hay cuando.

 

Idéntica situación se está afrontando en la Administración Central, que en lo que va del presente año ya ha tenido tres mandatarios… y el año aún no termina. Esta inestabilidad en la gobernanza, ahonda la crisis, que inició con la insolvencia económica, continúa con la inestabilidad en el gabinete, lo que ha repercutido en el distanciamiento con el Concejo, terminando en las protestas de los trabajadores de la administración.

 

Semejante crisis no la había vivo Buenaventura desde el año 1999, cuando el mandato de Freddy Salas, lo llevó a la implementación de la Ley 550, proceso que involucró la administración de Jaime Mosquera y la de José Félix, quien decidió terminar el proceso de manera anticipada.

 

Las consecuencias derivadas de la inestabilidad administrativa están generando pérdidas de oportunidades de desarrollo que ofrece el Gobierno nacional, lo que a nadie parece interesarle, partiendo de la pastoral social y las 118 asociaciones sociales y comunitarias que hay en la ciudad, además, el comité inter-gremial, la Cámara de Comercio, el Comité ejecutivo del Paro Cívico, de la comunidad portuaria, terminando con la propia Administración Distrital.

 

Ente tanto candidato a la alcaldía, vocero, líder social o ejecutivo gremial ninguno se ha interesado por implementar acción alguna para agilizar la presentación de proyectos para ser financiados con recursos del Sistema General de Regalías.

 

Para incentivar nuevas inversiones hay recursos por el orden de los $ 7,9 billones. Más de $ 4 billones de Órganos Colegiados Regionales, más de $ 3 billones de órganos colegiados municipales, $ 885 mil millones de Ctei y $ 113 mil millones de incentivos.

 

Pero entones se presentan estas dos mayores vergüenzas: la primera es que la Dirección Nacional de Planeación cuenta con Proyectos Tipo, para los cuales se tienen 43 diseños con los que los municipios ahorran tiempo en su trámite... y ni así Buenaventura genera iniciativas de progreso.

La otra vergüenza, tiene que ver con que Buenaventuras ocupa el último lugar en el índice de gestión en proyectos de regalías, en el segundo corte de 2018.

 

En nuestra comunidad solucionamos estos hechos vergonzosos, endilgando las responsabilidades a los demás por nuestras omisiones, ya que no somos parte de la solución, para no sentirnos responsables de nada.