May 06, 2025

LA CLAVE ES EL CAMBIO DE PARADIGMAS

  • Nov 30, -1
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Al influir los paradigmas en la forma en que vemos las cosas, influyen en nuestra ideas, creencias, valores, patrones, actitudes, conductas, hábitos y costumbres; influyen en la familia que tenemos, la empresa donde trabajamos, la escuela donde asistimos, la sociedad con la que convivimos, la iglesia a la que asistimos, la ciudad donde habitamos, el país donde nacimos, entre otras.

 

Los cambios de paradigmas son un cambio hacia un nuevo conjunto de reglas, hacia una nueva forma de ver y hacer las cosas. Son la clave para pensar y actuar diferente.

 

 

 

En este artículo quiero referirme de nuevo a los cambios asombrosos que han obtenido los países "llamados tigres asiáticos", con el propósito de establecer respuestas a  los interrogantes planteados más adelante.

 

Los cambios que hicieron los japoneses después de la segunda guerra mundial fueron cambios extraordinarios en su forma de pensar y obrar. Ellos cambiaron el paradigma de conquistar el mundo arbitrariamente por conquistarlo a través de la calidad de sus productos y servicios. Modelo que desde sus comienzos tuvo éxito y gran acogida en los países vecinos. Los cuales hoy lideran gran parte del desarrollo tecnológico y económico del mundo.

 

Los japoneses fundamentaron el cambio de su nueva filosofía en los siguientes aspectos: llenarse de paz, no volverse rencorosos ni vengativos, crecer en abundancia,  comprometerse con el cambio y buscar la excelencia. Aquí nace el principio del éxito de los nipones, complementado luego con las enseñanzas del Dr. Deming sobre calidad total (año 1947), conocimientos que al aplicarlos permitieron en los años siguientes resultados efectivos en su sistema educativo, comercial, productivo, etc. Hoy Japón es una potencia mundial y es el país de mayor calidad en productos y servicios en el mundo, logrando estos resultados en menos de medio siglo (1947-1980).

 

Al Compararnos con países que si han podido desarrollar el modelo, vale preguntarnos ¿Por qué nosotros no hemos podido?, ¿Qué tan flexibles hemos sido?, ¿Qué patrones, características, creencias, valores, principios, conductas y actitudes marcan la diferencia?, ¿Cómo lo hicieron?, ¿Qué hemos aprendido y puesto en práctica?, ¿Qué experiencia hemos adquirido?, ¿Qué errores hemos cometido? y ¿Qué resultados hemos logrado?, ¿Por qué países aledaños al Japón lo lograron y nosotros no?, ¿Cuáles son los paradigmas que no nos lo han permitido?, entre otros interrogantes, que más adelante podremos escudriñar y responder a través de la construcción de una inteligencia colectiva. Debemos ponernos en la tarea de estudiar al Japón, China, Corea del Sur y otros países que han logrado desarrollar su economía y han incrementado su calidad de vida a través del nuevo paradigma de la calidad total, hoy llamada de diferentes formas (mejora continua, benchmarking, just a time, cero errores, excelencia, etc.).

 

  

 

 

El ser humano por naturaleza es resistente al cambio. Casi siempre opta por rechazar las ideas de los otros cuando no concuerdan con las suyas. En esto influye mucho el filtro que ponen los conocimientos y experiencias adquiridas, al igual que el entorno, la cultura y los paradigmas arraigados en el individuo. Se requiere tener mucha flexibilidad y tolerancia para aceptar las nuevas ideas. Ideas que invitan más a la práctica de nuevas técnicas, métodos, procesos y tecnologías que permiten cambios más rápidos y efectivos en el desarrollo de un país.

 

 

 

Los colombianos debemos ponernos en la tarea de centrarnos más en principios y valores, de aprender el modelo de estos países asiáticos, de invertir más en la educación, la investigación, el desarrollo tecnológico y otros factores que hacen de ellos hoy el centro del poder global.

 

  

 

Hay que comprender la esencia de los paradigmas, preguntándose ¿Cómo influyen y qué efectos tienen?, ¿Por qué a muchas personas se les dificulta desarraigar paradigmas de corrupción, demagogia, burocracia, politiquería, ineficacia, autoritarismo, individualismo, egoísmo, facilismo, intolerancia, arrogancia, entre otros antivalores?, que nos llevan a la incompetencia, la falta de ética, a ser poco efectivos, poco diligentes, al querer tener todo a cualquier precio, a atropellar o pasar por encima al otro, a la falta de dignidad, vergüenza y escrúpulos, al deterioro del país.....
 

Todos sabemos que el principal cambio de paradigma debe ser la calidad de la educación, la cual debe comenzar desde la educación preescolar, con estimulaciones tempranas desde el hogar, centrada en principios y valores. Por ejemplo, en el Japón los maestros de primaria son los mejores y los más remunerados. En el libro "La misión de educar" de Jorge Duque Linares, dice al respecto: Le pregunté al maestro Yamazaki la razón por la cual, en el Japón los mejores educadores estaban en primaria y en preescolar y aún recuerdo sus palabras: "cuando siembras bien una raíz, ese árbol, siempre dará buenos frutos. La base de la educación está en los primeros años. Si allí les enseñas a querer el estudio, esas criaturas, durante toda su vida, van a aprovechar todos los espacios para aprender, no importa que no puedan ingresar a la universidad".

 

 

Colombia debe implementar una educación con calidad desde sus primeras etapas, que sea dinámica, divertida, con retos, creativa y llena de curiosidades, que motive a los estudiantes a la investigación, a encontrar el por qué de las cosas y el cómo se pueden mejorar.

 

Si visualizamos lo que podríamos alcanzar con estos nuevos paradigmas y trabajáramos para ello, Colombia sería otra. No nos podemos pasar décadas tratando de mejorar la educación, haciendo planes decenales con resultados a medias. Debemos darle la vuelta a los paradigmas arraigados, obsoletos y equivocados, los cuales limitan la forma de educar a los niños y jóvenes de nuestro país.

 

Vale preguntarnos ¿Qué se logro con el anterior plan?, ¿Cuánto dinero se invirtió?, ¿Qué controles se hicieron? y ¿Qué quedó por hacer? En cuanto al nuevo plan decenal al 2016 me parece muy acertado la educación con valores para la paz.

 

 

 

Si la clave está en la educación con excelencia, todo el sistema educativo debe apuntarle a mejorar sus misiones, haciéndolas congruentes con la honestidad, el compromiso y la calidad. No puede ser que el gobierno destine miles de millones y se hagan inversiones mediocres y corruptas. El Gobierno debe hacer un control y un seguimiento serio, severo y exhaustivo. Ya que están ocasionando desarrollos lentos y pobres en la educación de la gente de nuestro país.

 

Es un deber de todos asumir un rol con verdadera honestidad y excelencia, llámese gobierno central, departamental, municipal, instituciones, rectores, coordinadores, docentes, padres de familia, estudiantes, medios de comunicación, iglesia, sociedad, etc, para lograr mucho más allá de las metas trazadas en el plan decenal al 2016.

 

Para concluir hago énfasis en que no podemos inventar lo que ya está inventado y está dando grandes resultados, sí se sabe hace más de 30 años de los cambios que obtuvo el Japón con estos nuevos paradigmas, ¿Por qué a Colombia le ha costado tanto trabajo poner en práctica estos modelos? Reconociendo eso sí, que la cultura, valores, tiempos y circunstancias han sido totalmente diferentes.

 

Espero que me escribas tus opiniones, argumentos, sugerencias, enseñanzas y críticas, ingresando por el icono de la "nube de color azul". Luego ampliaremos estos temas en el chat de la página a través de foros especiales.

 

Hasta pronto, Charles Jackson.

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