El muelle turístico de Juanchaco volvió a contar con iluminación total, luego de un proceso que articuló a la comunidad, asociaciones locales y la Alcaldía Distrital de Buenaventura. La recuperación convierte al espacio en un punto de encuentro y recreación nocturna para residentes y visitantes.

 

“Estamos muy contentos con estos resultados, de volver a tener el muelle turístico de Juanchaco iluminado, pues se convierte en un punto nocturno de encuentro donde las comunidades vienen a compartir. Esperamos seguir construyendo nuestro turismo con propósito, nuestro turismo sostenible”, afirmó Dayana Conrado, secretaria de Turismo del Distrito.

 

Según la funcionaria, el logro fue posible gracias al trabajo conjunto con la comunidad de Juanchaco, la Junta Directiva, la Asociación de Armadores de Embarcaciones Turísticas y Motoristas, además de los hostales, hoteles, restaurantes, tenderos y el liderazgo de la alcaldesa Ligia del Carmen Córdoba Martínez.

 

 

Por su parte, Johan Camilo Albornoz, vicepresidente del Consejo Comunitario de la Comunidad Negra de Juanchaco, manifestó su agradecimiento por el proceso adelantado. “Estamos muy agradecidos con la Alcaldía Distrital y la Secretaría de Turismo por articular con armadores, tenderos, gremios de balleneros y hoteleros, logrando iluminar parte del muelle que permanecía en oscuridad”, dijo.

 

El deterioro del cableado y las lámparas, ocasionado por el salitre, había dejado en penumbras la estructura. “El salitre había dañado el cableado, las lámparas y el vigilante nos dijo que no podía cuidar más. Entonces hablamos con el consejo y luego con la secretaria de Turismo, se compraron los materiales con su apoyo y de un compañero del Hotel Asturias”, relató Miguel Ángel Tello, armador y motorista.

 

Tello agregó que el trabajo continuará con nuevas intervenciones. “Hoy en día es un privilegio tener este cumplimiento. El segundo paso es intervenir la sala de espera, que está en muy malas condiciones”, señaló.

 

La reapertura iluminada del muelle de Juanchaco representa, además de un arreglo funcional, un símbolo de identidad comunitaria y confianza en la gestión colectiva. El proceso se inscribe dentro de la apuesta de la Alcaldía Distrital por un turismo sostenible y con propósito en la región.