En un esfuerzo sin precedentes, la Unidad de Búsqueda de Personas dadas por Desaparecidas (UBPD) ha logrado recuperar estructuras óseas en el complejo estero San Antonio de Buenaventura. La clave del éxito ha sido la colaboración entre expertos forenses y las comunidades locales, quienes aportaron sus conocimientos ancestrales del territorio.

 

El equipo étnico comunitario de búsqueda, conformado por pescadores, piangüeras, mayoras, sabedores y líderes de la región, jugó un papel fundamental en la identificación de zonas de interés y la comprensión de las dinámicas del estero. Su sabiduría ancestral permitió optimizar las técnicas de búsqueda y garantizar el respeto por las tradiciones culturales.

 

Se implementaron dos técnicas principales de búsqueda: buceo profesional en áreas de difícil acceso y barridos manuales en zonas intermareales. Tras 17 días de trabajo, se encontraron estructuras óseas humanas que fueron enviadas al Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses para su identificación.

 

La directora de la UBPD, Luz Janeth Forero Martínez, destacó la importancia de esta estrategia innovadora que combina conocimientos técnicos y ancestrales. Enfatizó que entender el territorio y sus dinámicas es fundamental para la búsqueda de personas desaparecidas.

 

La investigación también ha revelado que algunos cuerpos son arrastrados por las corrientes y terminan en cementerios como Cuerpos No Identificados (N.N). La Unidad de Búsqueda ha recuperado 37 cuerpos en el Cementerio Jardines del Pacífico de Buenaventura, los cuales están en proceso de identificación.

 

A pesar de los avances, el contexto de violencia y la complejidad del territorio siguen representando desafíos importantes. La Unidad de Búsqueda cuenta con el apoyo de aliados estratégicos como la Diócesis de Buenaventura, la Misión de Verificación de la ONU y la Mesa Sociojurídica de Paz.

 

Esta acción humanitaria se enmarca en el Plan Regional de Búsqueda Pacífico Medio, que busca a 1553 personas dadas por desaparecidas en varios municipios de la región. La búsqueda de personas desaparecidas es un proceso complejo y doloroso, pero gracias a la colaboración entre instituciones y comunidades se están logrando avances significativos en Buenaventura.