El término paradigma proviene del griego paradeigma que significa modelo   o patrón. Un paradigma es la forma básica de percibir, pensar, valorar y actuar con base en una visión particular de la realidad. En el sentido más general, es el modo en que "vemos" el mundo, no en los términos de nuestro sentido de la vista, sino como percepción, comprensión e interpretación.

 

Los paradigmas crean los lentes a través de los cuales interpretamos las realidades. Análogamente podemos compararlos con el uso de unos anteojos, es decir, "la vida se ve de acuerdo al color del cristal con que se mire". Cada uno tiene una manera diferente de ver las cosas; cada uno ve el mundo desde su propia perspectiva.

 

Los paradigmas actúan como filtros fisiológicos, si la idea nueva no se ajusta a nuestros conocimientos y experiencias, tendrá dificultades para pasar por nuestro filtro. Cuidémonos de ser resistentes al cambio, de apegarnos a prácticas del pasado y de no intentar anticipar el futuro. Jhon Maynard Keynes, dice: que la dificultad más grande no se encuentra en persuadir a las personas a aceptar nuevas ideas, sino en persuadirlas a abandonar las antiguas.

 

Este efecto que tienen los paradigmas lo podemos analizar en la famosa historia de la industria relojera Suiza, la cual se encuentra en el libro de paradigmas del Dr. Joel Barker:

 

"los suizos dominaron el mundo de la fabricación de relojes por más de sesenta años. Entre 1979 y 1981, la industria relojera tuvo su mayor crisis  - cincuenta mil de los sesenta y dos mil fabricantes de relojes perdieron sus trabajos -. ¿Qué les sucedió? Un cambio paradigmático "el mercado pasó del reloj mecánico al reloj electrónico".

 

 

 

Lo paradójico de la historia es que la quiebra fue por un invento de ellos mismos "el movimiento del cuarzo electrónico". Los investigadores del instituto Neuchatel de suiza presentaron esta nueva idea a los fabricantes de su país y la rechazaron. Los fabricantes no fueron capaces de visionar y anticipar el futuro ni siquiera de proteger la idea, ya que permitieron que los investigadores exhibieran su invento en el congreso mundial de relojería de aquel año.

 

 

 

En ese evento la empresa japonesa Seiko vió una gran oportunidad de conquistar el mercado mundial con relojes electrónicos, el resto es historia".

 

Por estas razones y mucho más debemos comprender el efecto de los paradigmas para superar su poder cegador, ya que si son diferentes a los nuestros no podemos verlos, así estén frente a nosotros. Sólo podremos ver el mundo de otra forma si modificamos nuestros paradigmas.

 

 

 

Dentro de los paradigmas muchas personas por ver los árboles no ven el bosque; y otros, por ver el bosque no ven los árboles. Esto tiene que ver con la estructura de nuestro cerebro, la neocorteza cerebral, en ella se encuentran nuestros dos hemisferios con funciones específicas. El hemisferio derecho: siente, sueña, imagina, crea; el izquierdo: razona, resuelve problemas numéricos, trabaja lo verbal, es lineal, lógico. No son pocas las personas (en las que predomina el hemisferio izquierdo y sólo el izquierdo) que rechazan a otros porque presentan una gran idea, expresando frases como: "eso es imposible", "no jamás....", "si, pero....", "aquí no hacemos las cosas de ese modo", "espero llevar un poco más de tiempo aquí", "¡está loco!", entre otras.

 

 

 

Si usted como gerente de una empresa, directivo, jefe de área o empleado ha tenido estas experiencias, le sugiero integrar sus dos hemisferios de manera armónica y equilibrada, es decir, integre sus dos mentes, la mente que piensa y la mente que siente. Active el cerebro de forma holística para  desarrollar el hábito de escuchar y comprender puntos de vista diferentes; aprender desde la diferencia del otro; integrar los modos de pensar a través de un proceso sinérgico y aprovechar, así le parezca absurdo, las nuevas ideas que brindan los modificadores de paradigmas.

 

 

 

Podremos mejorar la habilidad de innovar en las empresas si comprendemos y apoyamos los paradigmas del personal que está intentado mejorar y crear nuevos procesos, productos y servicios; si aprovechamos las oportunidades que ofrecen los mercados internacionales y asumimos los riesgos y retos, con empoderamiento del talento humano,  calidad, inteligencia, valentía y audacia. 

 

 

 

 

En conclusión, todo lo que en realidad percibimos está condicionado por nuestros paradigmas. No somos dueños de la verdad absoluta. Requerimos desarrollar una inteligencia colectiva para integrar los paradigmas y estructurar un mundo mejor.

 

Recuerde que todas las empresas, sin excepción de ninguna, deben desarrollar su negocio por internet para no quedarse por fuera de este mundo globalizado. Este es el nuevo paradigma de la tecnología y los negocios, con el cual muchos ya han hecho grandes fortunas.