Tal como debía ser, en Buenaventura se realizaron actos para honrar la memoria de las víctimas de la violencia en Colombia, siendo la ciudad una de las más afectadas por el conflicto que lleva varias décadas.
La conmemoración se hace porque el Congreso de la República decretó, desde el 2012, el 9 de abril como el Día Nacional de las Víctimas en Colombia, razón por la cual no era conveniente realizar una marcha por la paz cuando a las víctimas de la violencia se les tiene en el olvido o no se les ha reparado.
En la noche del lunes 8 de abril, se realizó una marcha con velas en las 14 parroquias de la ciudad por parte de los habitantes de Buenaventura, acompañados por funcionarios del Centro de Memoria Histórica, acompañados para el caso de la Catedral San Buenaventura por el arzobispo de Cali Darío de Jesús Monsalve y el obispo Héctor Epalza.
En la mañana del martes 9 de abril, se realizó el pronunciamiento en favor de las víctimas en la Catedral San Buenaventura, acto que contó con el delegados de la Defensoría del Pueblo, la Personería, Procuraduría, Diócesis de Buenaventura, Arquidiócesis de Cali y por supuesto el Centro de Memoria Histórica. Posteriormente se realizó una misa concelebrada y presidida por Monseñor Daría de Jesús Monsalve, arzobispo de Cali.
Fortalezcamos el vínculo de la paz y hagamos cada día más fuerte el Colombia, el derecho del débil, ese es el camino de la convivencia para que haya justicia para que sea más reconozca la causa de los débiles y sea sometida a la justicia la acción de los fuertes, resaltó el arzobispo de Cali.
Hasta cuando tanta violencia, dice Monseñor Darío de Jesús Monsalve
El Centro de Memoria Histórica ha resaltado la labor de las organizaciones y fundaciones de víctimas que resisten en su tarea por recomponer el tejido social, aún en medio de las balas, las amenazas y las violaciones recurrentes a sus derechos.
Desde las 2 de la tarde del 9 de abril, se realizó en la Plazoleta de las Banderas del parque Néstor Urbano Tenorio, el llamado concierto por la paz con la participación de artistas de la ciudad y del pacífico colombiano, con mensajes que buscan generar conciencia sobre el conflicto que se ha ensañado con Buenaventura.
El concierto fue cerrado por el exparticipante del concurso La Voz Colombia, Víctor Hugo, quien ofreció al público asistente un repertorio lleno de canciones de mensajes esperanzadores, así como también del folclor del pacífico colombiano.
Buenaventura, Valle del Cauca, es una población que reúne y cristaliza la angustiosa realidad del conflicto armado colombiano. En medio de una economía pujante, abunda el desempleo; los jóvenes, niños y niñas no acceden a una buena educación; los servicios de acueducto y electricidad son lujos para unos pocos; las pandillas, el microtráfico y el miedo se multiplican aceleradamente y es de público conocimiento los actos violentos recurrentes como feminicidios y torturas a menores.
Esta fue la oportunidad para que Colombia entera se entere de lo que sucede en el bello puerto de mar Buenaventura.
