La directora encargada de Prosperidad Social, Carolina Hoyos Villamil, y el director de la DIAN, Luis Eduardo Llinás, acordaron fortalecer la colaboración entre ambas entidades para entregar mercancías inmovilizadas, a poblaciones vulnerables. El objetivo es convertir bienes retenidos en recursos que mejoren la calidad de vida en comunidades afectadas por la pobreza y la exclusión.

 

La estrategia permitirá agilizar los procesos para distribuir productos como textiles, calzado, electrodomésticos y alimentos no perecederos. Estas mercancías, en lugar de deteriorarse en bodegas, serán destinadas a familias en situación de vulnerabilidad, priorizando zonas rurales, hogares con niños, personas mayores, víctimas del conflicto y comunidades étnicas.

 

Durante la reunión también se propuso una iniciativa enfocada en madres cabeza de hogar. A ellas se les entregarán telas incautadas para que participen en proyectos de confección comunitaria, fomentando el emprendimiento, el trabajo colaborativo y el fortalecimiento de la economía popular en los territorios.

 

La política busca una gestión con enfoque social y territorial, articulando esfuerzos con autoridades locales para asegurar que la ayuda llegue a quienes más lo necesitan.

 

Prosperidad Social y la DIAN reafirmaron su compromiso con la equidad, anunciando que esta iniciativa se replicará en otras regiones como modelo de innovación institucional.