El jueves 5 de mayo de 2022, se conmemora el Día Internacional de la Partería. La fecha, designada por la ONU, es promovida por el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA) y la Organización Mundial de la Salud (OMS). Este día celebramos y reconocemos las contribuciones de las parteras para el bienestar de madres y bebés alrededor del mundo y en especial los de nuestro litoral pacífico.
Esta manifestación cultural reúne conocimientos y técnicas asociadas con el cuerpo, la atención del ciclo reproductivo de la mujer y el uso de plantas para brindar cuidados, así como el diagnóstico y tratamiento de enfermedades de las comunidades en general. Estos conocimientos son desarrollados desde la observación y la experimentación cotidiana, y conforman un sistema de medicina tradicional que ha sobrevivido al paso de las generaciones, a partir de una cadena de aprendizajes que son transmitidos entre abuelas, madres, tías, madrinas, hijas y ahijadas.
El acompañamiento de las parteras y parteros a las madres, a los y las bebés y a sus familias, inicia desde antes de nacer y se extiende a manera de protección, alimentada por la ancestralidad y la espiritualidad, que les permite conectar la medicina tradicional a entidades espirituales y elementos de la naturaleza.
En el Pacífico hay distintas enfermedades como: el ojo, el espanto, el pasmo y la trama, asociadas con causas que van más allá de lo físico. Frente a esto las parteras cuidan durante el embarazo, el parto y el puerperio, -en conexión con los ancestros y las deidades-, a las mamás y a sus bebes. La salvaguardia alrededor de estos saberes busca custodiar toda esta serie de técnicas, cuidados, conocimientos y saberes que se expresan en la botánica, los masajes, el conocimiento sobre el cuerpo, así como en la emocionalidad y espiritualidad femenina y la del bebé. Pero también tiene que ver con el entorno familiar y social.
Una vez nacidos los y las bebés, son ligados a su lugar de origen al enterrar la placenta allí y ser vinculados con el territorio por medio de una planta, animal o mineral, que les transmita sus características. Estos atributos se convierten en dones que los acompañan a lo largo de sus vidas.
Con el paso del tiempo, las portadoras de la partería afro en el Pacífico colombiano han adaptado, recontextualizado y reinterpretado elementos de otras prácticas médicas como la alopática y la holística, así como conocimientos tradicionales de grupos indígenas. La partería tiene formas propias de aprendizaje y de transmisión basadas en la oralidad, la experiencia y la observación. Entre los aspectos que se tienen en cuenta a la hora de reconocer cuando una persona es digna de recibir el legado están la disposición, la permanencia, su interés por aprender y su vocación para servir a la comunidad.
Nuestras parteras del Pacífico han tejido históricamente una relación especial con la biodiversidad presente en sus lugares de origen y con la dinámica sociocultural de sus territorios. De ahí, la importancia de garantizar la continuidad, fortalecimiento y reconocimiento de sus saberes como un sistema propio de medicina tradicional, mediante la formulación y ejecución de un Plan Especial de Salvaguardia (PES).
El PES está integrado por una serie de estrategias desarrolladas por la comunidad, el Gobierno Nacional, el Consejo de Salvaguardia de partería afropacífica (integrado por Asoparupa, Rediparchocó, La Cigüeña, Rediparcauca y Colectivo de parteras de Nariño), así como las organizaciones e instituciones locales y departamentales de los territorios que hacen parte de esta declaratoria: Nariño, Valle del Cauca, Cauca, Chocó.
Desde el Ministerio de Cultura, les invitamos en este día a ombligarse con esta maravillosa manifestación de los 'Saberes asociados a la partería afro en el pacífico colombiano'.
Si desea conocer más sobre este patrimonio cultural inmaterial pueden consultar el siguiente enlace:
