Las inspecciones físicas a los contenedores con carga de exportación realizados por la policía Antinarcóticos, en medio de la operación portuaria, están generando traumatismos que repercuten en perjuicios económicos al comercio exterior colombiano, que se ve afectado por los prolongados tiempos de espera de los barcos en el puerto.
El aumento de las requisas minuciosas a que se ven sometidos los contenedores, vacíos o llenos, que inicialmente se hacia a las exportaciones hoy también se hacen a los contenedores de importación, debe al alto grado de contaminación que reportan.
Debido a que las autoridades que han triplicado los controles a la carga, se ha disminuido la productividad de la operación portuaria, es decir que si antes un barco se demoraba diez horas en el proceso de revisión, hoy se esta gastando treinta horas y esto afecta las finanzas de los armadores, pues han tenido que triplicar la permanencia amarrados a la vita.
Es tan grave la situación de retrasos por culpa de las inspecciones físicas que algunas de las veinte navieras que recalan en este puerto, están considerando dejar la carga en otros puertos.
El caso más grave se registró con un barco que tuvo que dejar 66 contenedores en el puerto para evitarse un mayor sobrecosto el barco, se fue porque no podía perder el turno de ingreso al Canal de Panamá. Esas situaciones pueden concluir en sanciones para el puerto por parte de las conferencias marítimas internacionales.
