Un grupo de jóvenes, sin dársele nada, llegan a lo alto de la calle “Los Bugueños” a la altura de Gamboa, por la vía alterna - interna, a pasarla bien: fumar y atentar contra la válvula sobre la tubería de 27 pulgadas. Lo hacen solo para ver el alto chorro que sube por la presión, para que algunos niños se sumerjan en una especie de jacuzzi y para que otros vecinos vengan con tarros a recoger agua. Esta acción indebida, dejó a 20 barrios sin agua por más de tres horas.

 

Dando vuelta a la calle La Curva, en Centenario, un hidrante, elemento vital en el momento de una emergencia, permaneció sin hacerle daño a nadie por más de 15años, hasta cuando a algunos les resultó la idea de cortarlo desde la base y llevárselo sin saber con qué fin.

 

 

Otro usuario decidió meter el hidrante entre su negocio, que ya invade el espacio público, y le hizo una derivación para surtirse de agua.

 

Estos casos descubiertos por los operarios de HIDROPACÍFICO S.A. E.S.P. que realizan la inspección y mantenimiento a más de 300 elementos entre la zona insular y continental y la llamada de ciudadanos al 116,la línea del agua, demuestran que el mejoramiento del servicio no sólo depende de las obras y de la operación sino también de la cultura ciudadana.