Luego de darle la vuelta al mundo en dos oportunidades, el francés Morlier Lydèric partió de Panamá hacia las Islas Galápagos pero por un problema en la vela le tocó realizar una parada obligatoria en Buenaventura, donde se encuentra hace quince días.

 

Ese problema en la vela me tiene varado y hasta tanto no lo resuelva no puedo zarpo pues no puedo arriesgarme, además debo reparar unas partes del casco del velero con fibra de vidrio para continuar mi viaje con tranquilidad hacia las Islas Galápagos en Ecuador, expresó Lydèric.

 

Luego de dos años en los que tardó en construir el velero que lleva su mismo apellido Lydèric y zarpó de Tahití en la Polinesia Francesa hace dos meses, llevando consigo cerca de treinta libros y provisiones necesarias para su travesía, aseveró.

 

La vida cuando se tiene un velero en sin fronteras, pues mientras no se toque tierra no hay problemas de papeleo como me sucede aquí en Colombia con la Capitanía, aunque me han atendido muy bien, señaló.

 

Dijo que Buenaventura le parece una ciudad amable y espera conocerla mejor antes de continuar su viaje.