Sep 03, 2025

El Rey del Pop

  • Jun 27, 2009
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Al sufrir el jueves un ataque cardiaco, a los 50 años, todas las diferencias entre Jackson y el resto de la humanidad -su formidable talento, su riqueza, su extravagancia, su megalomanía, sus cambios físicos a punta de bisturí y productos químicos- saltaron hechas pedazos.

 

La muerte, la gran igualadora, nos recordó que el indiscutible Rey del Pop era, al fin de cuentas, un ser mortal y pasajero.

De seguro no ocurrirá lo mismo con su música. Es hasta ahora el máximo vendedor de discos de la historia, con 750 millones de unidades, 65 millones de las cuales corresponden a 'Thriller'.

 

Dado el desmoronamiento del mercado disquero por culpa de Internet, difícilmente serán superadas estas cifras. Pero, además, Jackson convirtió en un arte mayor los videoclips musicales y deslumbró en los escenarios con presentaciones que eran mezcla cronométrica de canto, música, interpretación, coreografía, movimiento, iluminación y vestuarios. En cada concierto suyo ocurrían tantas cosas, estallaban tantas sensaciones, que no es raro que ya estuviera agotada la boletería para las 50 presentaciones que se disponía a realizar en Londres a partir del mes próximo.

 

Estrella desde niño, al asumir su carrera de solista, hace casi 30 años, Jackson se convirtió en el artista más destacado de la música pop, ese género que lleva el rock al extremo con instrumentaciones más ricas y arriesgadas, melodías poderosas y un amplio espectro global y popular. El gran éxito que obtuvo con 'Off the Wall' (1979), 'Thriller' (1982) y 'Bad' (1987) lo lanzó al escenario mundial. Al mismo tiempo, el éxito empezó a cobrar factura en su vida privada.

 

El simpático morenito que cantaba con sus hermanos adquirió ribetes cada vez más insólitos y excéntricos, desde las cirugías plásticas que transformaron su aspecto, lo blanquearon y afeminaron, hasta su aislamiento en la mansión de Neverland, donde vivía rodeado de niños, servidoras y animales. En el 2003 fue acusado de pederastia; y aunque los tribunales lo declararon inocente, cayó sobre él un halo de desprestigio, pese a lo que pedía en su canción Niñez: "Trata de amarme antes de juzgarme". A ello se agregaron sus extraños matrimonios, los rumores sobre consumo de drogas y conjeturas sobre su salud.

 

Su carrera, sin embargo, no se vio perjudicada. Era una leyenda antes de morir. Ahora será un mito. Un mito diferente y oscuro.

 

Fuente: El Tiempo