May 01, 2025

Comunicado de la Diócesis de Buenaventura a la opinión pública

  • Apr 14, 2010
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A través de los medios de comunicación, quienes también se unieron, se dio a conocer la magnitud de la tragedia.

 

2º Que ese Viernes Santo, 14 de abril de 2006, en la mañana, en el Coliseo del Centro, con la visita del Señor Presidente de la República, Dr. Álvaro Uribe Vélez, se concretó un compromiso tripartito entre el Gobierno Nacional, el Gobierno Departamental y el Gobierno Distrital, para hacer frente a la problemática de la catástrofe en la quebrada Bendiciones y el Señor Presidente confió al Obispo la tarea de ser garante para que el anterior compromiso se fuera cumpliendo.

 

3º El Gobierno Nacional a través de la Oficina de Prevención y Atención de Desastres, después de estar las familias damnificadas en albergues temporales asumió mensualmente el pago del arriendo de las familias damnificadas.

 

4º Una significativa ayuda económica donada por la Sociedad Portuaria de Buenaventura de doscientos cuarenta y cuatro millones ($244.000.000), se administro correctamente para ofrecer alimentación a las familias damnificadas lo cual era un compromiso de la Alcaldía Distrital.

 

5º Que ha sido la Diócesis de Buenaventura a través del trabajo constante de un sacerdote, la que ha gestionado y estado pendiente durante el tiempo transcurrido del acompañamiento efectivo a los damnificados.

 

6º Que a pesar de los aportes prometidos por el Gobierno Nacional y Departamental, la Administración Distrital no ha tenido la suficiente voluntad política y efectivo compromiso humanitario para ejecutar y construir las viviendas para las familias damnificadas de Bendiciones.

 

Se promete, se habla mucho pero a la hora de la verdad no se ha asumido con la seriedad requerida este compromiso social de carácter humanitario.

 

7º Que el Gobierno Nacional a través de la Dirección Nacional de Prevención y Atención de Desastres, es el que puntualmente ha pagado y aportado más de mil cuatrocientos dos millones ochocientos mil pesos ($1.402.800.000.) para que los damnificados paguen el costo de su arriendo.

 

¿Hasta cuándo se tendrá esta ayuda, que siempre hay que gestionar?


8º Que han sido muchos los errores y equivocaciones desde el punto de vista técnico, las personas y entidades implicadas deben asumir esta negligencia y ojalá se subsanara ahora con un compromiso decidido de solución definitiva.


9º La Diócesis de Buenaventura en nombre de toda la ciudadanía, no sólo pide excusas sino perdón por esta incapacidad de no cumplir el compromiso empeñado de brindarles una vivienda digna a las familias damnificadas por la avalancha de Bendiciones.

 

La Diócesis pide a la Gobernación del Valle y a la Administración Distrital de Buenaventura que se comprometan a construir las viviendas a las familias damnificadas, ellas tienen derecho a que su sueño se convierta en realidad lo más pronto.


10º En este tiempo de Pascua, cuando celebramos el triunfo de Jesucristo sobre el pecado y la muerte, invocamos como creyentes la fuerza del Espíritu Santo, a fin de que como comunidad bonaverense, gobernantes y ciudadanía


en general, construyamos con el compromiso de todos una Buenaventura en que los más excluídos sean los preferidos y con tenacidad y esfuerzos verdaderos les brindemos oportunidades de una calidad de vida a las familias damnificadas de Bendiciones.

Nuestro Patrono San Buenaventura nos inspire en la construcción de una gran familia en que los pobres sus preferidos, son también nuestros preferidos, amándolos no con palabras sino con obras y de verdad.

 

 

 

HÉCTOR EPALZA QUINTERO
Obispo de Buenaventura

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