May 25, 2025

196 becados para estudiar medicina en Cuba, ejemplo de cómo se curan las heridas del conflicto en Colombia

  • Sep 07, 2018
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196 becados para estudiar medicina en Cuba, ejemplo de cómo se curan las heridas del conflicto en Colombia

 

Con retratos de familia, mensajes de aliento, camisetas firmadas, artesanías de sus regiones y medallas, entre otros objetos, viajan este viernes los últimos 50 becados, de un total de 196, para iniciar sus cinco años de medicina en Cuba, gracias a los compromisos del Acuerdo de Paz.

 

Es un grupo integrado por 15 familiares de militares, 94 representantes de movimientos sociales y organizaciones campesinas, 23 víctimas de zonas afectadas por el conflicto armado, 41 familiares y 22 excombatientes de las Farc y hasta un ex policía. Son jóvenes que resultaron elegidos para cumplir sus sueños de convertirse en doctores; son víctimas de una u otra manera de la guerra y hoy simbolizan la Colombia de la reconciliación.

 

Las miradas de ilusión y expectativa de los 146 compañeros de estudio que han viajado hasta ahora y los 50 hoy, son una muestra de un país que busca la reconciliación en diferentes frentes, en este caso, a través de la capacitación académica. Son hijos de la guerra que ahora, con la medicina, van a sanar otras heridas. Incluso, dentro del grupo, viaja una pareja de ex guerrilleros con su hijo de un año, un hijo del posconflicto que refleja la generación de la paz.

 

Los 196 becados se unen a 186 que ya habían viajado el año pasado y a 600 más que lo harán entre el 2019 y el 2021 en el marco del apoyo que han dado Cuba y otros miembros de la Comunidad Internacional a la implementación del Acuerdo de Paz y el posconflcito en Colombia. En este sentido, Noruega apoyo logísticamente el viaje de los becados en el 2017 y la Unión Europea los 196 de esta semana.

 

"Ver estos rostros llenos de esperanza frente al futuro, ver que para ellos uno de los mejores momentos de sus vidas ha sido la firma de la paz, es un aliciente para seguir acompañando al país en su proceso de perdón y reconciliación. Son jóvenes que dejan un pasado dificil para compartir un presente de oportunidades y a través de la medicina, mejorar sus vidas y las de otros personas. Para mí, así se construye la Colombia de hoy", dijo la Embajadora de la Unión Europea, Patricia Llombart

 

Ciertamente los rostros de Mónica, una ex guerrillera en el suroccidente colombiano que en su época de combatiente ayudaba como enfermera; el de Cristian, auxiliar de enfermería y hermano de un ex combatiente o el de Angie, una de las más jóvenes, con 18 años y familiar ex guerrillero; tienen el común denominador de pasar la página de la guerra y cumplir el sueño de estudiar medicina.

 

"Ustedes son semillas de esperanza y paz... a través del saber, a través de venir a prestar un servicio vamos a hacer paz, muchos vamos a cambiar lo que eran instrumentos de guerra por un bisturí, por una aguja, por un tensiómetro, es decir, construir vida, salvar vidas", indicó Pastor Alape, uno de los líderes del partido Farc.

 

Esa convicción la tiene también Jefferson Urquijo, el único ex policía que viaja con el grupo, que con sus 27 años está agradecido con la vida y con esta oportunidad. "Esto nos da a entender que sí existe la reconciliación. Que podemos sentarnos en una misma aula de clase ex miembros de la policía o de las fuerzas militares junto a un ex combatiente y al igual con una víctima del conflicito, sin diferencia alguna. De eso se trata la reconciliación y ese es el mensaje que queremos dejar en Colombia. Olvidar odios, rencores y apuntar un pensamiento por un mejor país", dice, al lado de su equipaje y su pasabordo hacia la Escuela Latinoamericana de Medicina de La Habana, en Cuba.

 

A muchos los acompañan sus padres, tíos, hermanos, hasta sobrinos. La mirada es la misma: experanza y expectativa frente a un sueño que se puede cumplir, que a pesar del pasado de guerra, ahora la paz les da esta segunda oportunidad que depende sólo de la determinación de cada uno para estudiar y regresar a dar lo mejor de sí en diferentes regiones del país.

 

Cristin Vera, hermano de un ex combatiente que con el proceso de paz ha tenido la oportunidad de concretar su sueño de ser médico, tiene claro el desafío. "El primer reto es terminar, tener el cartón, venirme para acá y ejercer donde me necesiten, para eso voy a estudiar y para eso estamos los médicos", afirma, convencido, de no dejar escapar esta oportunidad.

 

Al final, la despedida es emotiva. Son 196 historias de colombianos. Abrazos, lágrimas, nostalgia, pero en el aire está la voluntad de un nuevo país, una Colombia que aprovecha las oportunidades que brinda la reconciliación. Como dice uno de los padres: "Nunca renunciamos a una paz negociada. Hoy vemos que valió la pena trabajar por ella y por el presente que le podemos estregar a nuestros hijos", dice, agradeciendo también el papel que jugó como acompañante la Unión Europea y el apoyo actual al posconflcito.

 

A lo lejos, cada uno de estos estudiantes inicia su trámite por migración. Es un viaje hacia un mejor futuro, pero con la convicción de que ya no es sólo otro sueño, como la camiseta de Angie de "Nariño quiere paz". En la maleta de cada uno va la camiseta de "Esta es la Colombia de la paz". En esta ocasión, con el estudio de medicina de estos mil estudiantes hasta el 2021, se empiezan a curar las heridas del conflicto.