Abr 19, 2024

La República Democrática del Congo produce el 60 por ciento de cobalto del mundo

  • Mar 07, 2018
  • Mar 07, 2018
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La República Democrática del Congo produce el 60 por ciento de cobalto del mundo

 

El presente y el futuro no solo del mercado de la electrónica de consumo, sino también del coche eléctrico, están íntimamente ligados a la disponibilidad de cobalto. Y en estas circunstancias no es necesario esforzarse lo más mínimo para intuir que las empresas que compiten en estos mercados tienen puestos sus ojos sobre las reservas de este metal tan codiciado. Esta es la historia de una de las materias primas que contribuyen a que nuestra vida sea como es actualmente.

 

Es importante recordar que el cobalto es un metal ferromagnético, y por ende tiene unas propiedades magnéticas similares a las del hierro.

 

Cuánto cobalto hay y dónde está

 

Ya hemos superado toda la carga técnica del artículo, y lo que viene ahora es más asequible, pero no por ello menos interesante. Repasemos en primer lugar algunas cifras. Según el Instituto de Desarrollo del Cobalto (CDI), una organización internacional sin ánimo de lucro que se creó en 1982 para defender la producción y el uso responsable de este metal, en torno al 60 % del cobalto mundial es extraído de las minas de la República Democrática del Congo. Curiosamente, este país africano alberga también una de las mayores reservas de coltán, cobre y níquel del mundo.

 

Pero este no es el único dato interesante. El CDI también apunta que el 45 % de todo el cobalto que se extrae se utiliza en la fabricación de baterías de iones de litio. Ahí es nada. La producción mundial en 2017 ascendió a 123.000 toneladas, y, de nuevo según el CDI, el gobierno chino ha comprado durante el último año y medio 5.000 toneladas de este elemento.

 

Todas estas cifras son importantes porque pueden ayudarnos a entender la relevancia que ha adquirido el mercado del cobalto para los fabricantes de dispositivos electrónicos y baterías. De hecho, la necesidad de obtener el suministro que necesitan para mantener sus niveles de producción ha contribuido a sostener la inestabilidad que asola desde hace años no solo la región del Congo, sino también algunos de los países fronterizos, como Ruanda, en los que hay grupos armados que también tienen interés en hacerse con el control de las minas de coltán, níquel y cobalto.

 

Así son las condiciones en las que se extrae

 

La extracción del cobalto, el coltán y el níquel en la República Democrática del Congo, que, como hemos visto unos párrafos más atrás, es el mayor suministrador mundial de estos metales, se lleva a cabo casi siempre en unas circunstancias realmente lamentables. Las personas que trabajan en las minas lo hacen en unas condiciones deplorables, sin recursos, sin apenas medios, extrayéndolo descalzos y con sus propias manos… En unas condiciones de absoluta insalubridad.

 

El 60 % del cobalto mundial se extrae de las minas de la República Democrática del Congo

 

Los medios de comunicación llevan haciéndose eco varios años de lo que está sucediendo en esta región africana, así como de la enorme inestabilidad social y política que ha provocado el interés de las corporaciones occidentales y asiáticas en el coltán y el cobalto. Algunas minas han pasado a estar controladas por grupos armados que obligan a las personas que viven en los pueblos de la zona a trabajar en esas condiciones tan lamentables que se han mencionado antes.

 

 

 

Pero lo peor de todo es que, al parecer, muchos niños también se ven obligados a trabajar en las minas del Congo. En 2014 Unicef denunció que la cifra ascendía a unos 40.000 niños, algunos con tan solo siete años, forzados a realizar ese trabajo en unas condiciones que incluso para los adultos deben ser muy difíciles de soportar.

 

Hace unos meses Amnistía Internacional decidió trasladar esta denuncia hacia arriba para que las empresas que al final de la cadena se quedan con el cobalto y el coltán, que no son otras que las grandes corporaciones tecnológicas de Asia y Occidente, sintiesen esa presión y se viesen obligadas a tomar cartas en el asunto.

 

Apple no tardó en reaccionar ante el cariz que empezó a tomar este conflicto cuando comenzó a ser conocido por la opinión pública, y hace poco más de una semana conocimos a través de Bloomberg que los de Cupertino han decidido comprar el cobalto que utilizan para fabricar sus baterías directamente a los mineros. Al parecer, su intención es mantenerse al margen de los conflictos de la zona y no recurrir a intermediarios, que son en gran medida los responsables de la inestabilidad que azota a la región africana.

 

Otras compañías, como Samsung o Daimler, han respondido a la denuncia de Amnistía Internacional asegurando que hacen todo lo que está en su mano para rastrear el origen tanto del cobalto como del coltán. Pero concluyeron sus declaraciones afirmando que la trazabilidad de estas materias primas es muy compleja debido a lo confusa que es la cadena de suministro.

 

Es evidente que, dadas las circunstancias, esta situación no mejorará si las empresas que compran estos minerales no se involucran tanto como sea necesario para garantizar que el cobalto, el litio, el níquel, el coltán, el manganeso y el cobre que adquieren tiene un origen lícito, y que ninguno de los eslabones de la cadena de producción se ha visto sometido a un trato inhumano o degradante.

 

Fuente: xataka.com, washingtonpost.com, bloomberg.com, bbc.com