Las autoridades deben ponerle mucha atención al desmesurado aumento de indigentes en diferentes calles de la zona céntrica de Buenaventura, los cuales a diario se ven acostados o durmiendo en medio de cartones y sábanas sucias.

 

Uno de los que más preocupa a los peatones es el que se encuentra ubicado debajo del puente de la Catedral San Buenaventura, que prácticamente está viviendo en el área, sin que ninguna entidad le indique que eso está prohibido.

 

La gente se queja por los malos olores que se sienten en el sector, debido que el hombre que vive allí, hace sus necesidades fisiológicas en el mismo lugar, ocasionando que la fetidez se sienta más con el fuerte sol en el bulevar.

 

Las personas en calidad de calle en ocasiones son atendidas por fundaciones que les brindan un día de alimentación y limpieza, pero luego regresan al rebusque y dormir donde los coja la noche, sin que hasta ahora haya solución para el manejo de este personal.